Soy «La Nueva»

Llegué aquí, como muchos otros, en busca de seguridad y tranquilidad, huyendo del caos y la inseguridad que empañaban mi ciudad de origen. Mérida prometía ser el refugio ideal, con su fama de ser una de las ciudades más seguras de América Latina y su gente humilde y de buen corazón. No obstante, pronto descubrí que, al igual que en toda historia, no todo es miel sobre hojuelas.

En las próximas entregas, «La Nueva» relatará sus peripecias enfrentándose a las realidades de esta ciudad encantadora pero también llena de retos. Hablaremos de la gentrificación y cómo las tradiciones y las modernidades chocan de manera a veces hilarante, otras veces dolorosa. Exploraremos las divisiones sociales y el clasismo que persisten a pesar de las sonrisas amables y las bienvenidas aparentemente calurosas.

También nos adentraremos en la xenofobia, brecha salarial y los retos en la búsqueda de empleo que viven los foráneos, esos eternos ‘nuevos’ que, como yo, luchan por encontrar su lugar en una comunidad que a veces parece tener miedo de abrir sus puertas del todo, nos atreveremos a hablar de esos desafíos generales, para yucatecos y foráneos, que son una bofetada de realidad para los que llegan con sueños de progreso.

Pero no todo será una queja amarga. También fomentaremos la autocrítica y reconoceremos los retos que nosotros, los foráneos, traemos a esta ciudad. De cómo sobrepoblamos las calles, generando tráfico y llevando con nosotros costumbres que no siempre respetan la dinámica local. Reconoceremos nuestra actitud a veces prepotente, en la que intentamos imponer nuestras maneras, sin darnos cuenta de que también debemos adaptarnos y aprender de quienes nos reciben.

Además, hablaremos de la complejidad de los trámites y la burocracia que aquí parecen diseñados por Kafka en uno de sus días más oscuros. Y cómo olvidar la pintoresca dinámica del servicio al cliente.

Por otro lado, no todo es adversidad. Descubriremos juntos por qué, a pesar de todo, Mérida sigue siendo un lugar al que muchos llaman hogar, un lugar donde la gente es también sencilla, generosa y cuando por fin deciden abrirnos las puertas, también nos abren el corazón. Reconoceremos que es posible reírnos de nuestros propios errores y esforzarnos en integrarnos con respeto y humildad.

Será un viaje divertido y, espero, profundamente significativo. Así que, acompáñenme en esta aventura donde cada esquina, cada persona y cada día ofrece una nueva historia que contar.

Soy «La Nueva». Sí, ese espécimen curioso que recién aterrizó en la pintoresca, calurosa y, debo decir, intrigante ciudad de Mérida, Yucatán. En este espacio, compartiremos anécdotas y reflexiones sobre mi travesía en esta tierra de mestizaje cultural y tradiciones profundas, donde la vida moderna y el pasado se entrelazan en un baile que a veces resulta cómico, otras, trágico, pero siempre fascinante.

Bienvenidos a «La Nueva» y sus aventuras en Mérida.